Es que no lo describí de la mejor manera
Despues de que espere a que se hiciera de día para poder dormir tranquila.
Me di cuanta de que no podía respirar.
Entonces llame a mi conciencia y le pedí que me abandonara.
Cada golpe hacía que mi pecho se quebrara cada vez más.
Entonces llamé a un amigo que no podía venir.
Me sentí sola pero no abandonada.
La destreza del besador, es la que atormenta al colgado.
Se confunde y la mira en la obscuridad que ella quiere la cegue.
Atame.
Déjame remontarme.
Que el aire entre por mi oido y pueda sentir entonces que hay solo viento en mi mente.
Que mis manos puedan seguir haciendo en amor con lo desconocido.
domingo, 2 de septiembre de 2007
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